Hay ocasiones en las que nos hemos podido sentir cansadas, pero ese cansancio no se conduce a un cansancio por esfuerzos físicos, que aunque puede ser confundido con ello, no es así; hablamos de un cansancio que puede ser más desgastante y agotador, que de no ser atendido se pueden obtener consecuencias alarmantes que dañen nuestra calidad de vida.
En muchas ocasiones solemos siempre mantener un nivel de actitud positiva, en donde estados de ánimo que reflejan lo contrario tendemos a reprimirlos, los ocultamos, incluso los minimizamos sin darnos cuenta que poco a poco estamos dañando una parte importante de nuestra salud mental, al igual que podemos llegar a intensificar nuestros sentimientos y emociones, que también a lo largo del tiempo nos juega en contra de nosotras mismas.
Se puede detectar el detonante del agotamiento emocional, ya que estamos hablando de situaciones que están relacionadas con los sentimientos y emociones que impactan sobre nuestro estado de ánimo, por ejemplo: una ruptura amorosa, la pérdida de un ser querido, un disgusto o pelea con alguien que es importante en nuestras vidas, situaciones de incomodidad e inconformidad como el acoso o el maltrato.
De esta manera podemos hacer presente que nuestros sentimientos y emociones llegan a intensificarse y que con el paso del tiempo van agotando todo lo que nos conforma, desde nuestro sistema inmunológico hasta nuestro estado físico, destacando que no sólo ocurre en temas de negatividad, sino que también en momentos de mucha felicidad.
Para nuestro cuerpo, mente y corazón es importante siempre darle un espacio y un respiro que permita analizar y comprender lo que se está sintiendo, alejándolo de un nivel de intensificación que nos compromete a perder el equilibrio de nuestro estado de ánimo. Podemos ayudarnos de diferentes formas: inclinarnos por realizar técnicas de relajación, optar por actividades físicas (como el deporte, caminatas o hobbies) que nos permitan por un momento enfocar todo en otra cosa.
Añadiendo a lo anterior, también es fundamental rodearse de gente con la que sientas un afecto sincero y de paz, la cual podrá brindarte cariño y comprensión en el momento que lo necesitas, amortiguando aún más los momentos intensos por los que estés pasando.
Un descanso emocional no es un momento en el que pares de hacer todo y simplemente te recuestes, no, un descanso emocional es ubicarte en un momento y un espacio de poder sentirte a salvo y con la paz que mereces, creando una atmósfera de verdadero descanso en el que des una pausa a todo lo que te atormenta y te quita la tranquilidad y estabilidad emocional, no estarás olvidándote de nada, simplemente le estarás dando prioridad a tu salud mental, la cual es muy importante para que puedas hacer frente a cualquier situación.
Finalmente, debes construir y ubicar espacios en el que puedas desenvolverte y fluir emocionalmente de una manera sana y que día a día puedas equilibrarte por dentro y por fuera.